Fun Fun: disfrutar el vino orgánico en Madrid "sin salir de casa”
José Luis Rodríguez Martínez visita Fun Fun, un elegante y acogedor bar en Madrid que ofrece vinos naturales de España y más allá.
As the Spanish Wine Collective has built up a wide readership in Spain, we have now decided to publish some of our articles in Spanish. Here is our first one, from our Madrid correspondent José Luis Rodríguez Martínez, who continues his quest to find great places to drink wine in Madrid. Check out his recent piece on some of the city’s historic taverns.
Una forma distinta de explorar el mundo de los vinos orgánicos en Madrid es la que propone Fun Fun, un local pequeño, íntimo y discretamente resguardado del transeúnte habitual de la zona.
Este espacio, ubicado junto a los jardines de Las Vistillas, entre la maravillosa Basílica de San Francisco el Grande y el Palacio Real, es un lugar pensado para gustos diferentes: no hace reservas, sirve únicamente raciones veganas y, como mucho, puede albergar a una veintena de visitantes.
Para colmo, no sirve cerveza ni refrescos con gas pero, eso sí, ofrece vinos naturales de todos los matices y clases posibles, de cualquier lugar de España y más allá.
Fun Fun es uno de esos lugares que encuentras por casualidad o en una reseña como esta. De esos que, si tienes suerte, te permite conversar con la pareja o el amigo en un sofá, escuchando neo-soul y tomando un biodinámico, un ancestral o un vino elaborado en tinaja y sin clarificar.
El negocio lleva tres años en activo, sostenido con cariño por Antonella, a los mandos, y por Chiara, a la que reconoceréis por su mano exquisita con el kimchi (probarlo aquí es un ritual). Ambas comparten alma argentina, vínculo familiar y, sobre todo, una vocación honesta por los productos sencillos y democráticos, al alcance de todos los bolsillos. También, por caldos fuertemente pegados al terruño y producidos a partir de uvas autóctonas. Eso sí: sin caer en localismos de campanario o en discursos marketinianos pasados de acidez.
La apuesta se equilibra y redondea con una carta de vinos por copa siempre en rotación, de manera que en cada visita uno pueda recorrer - enológicamente hablando - cualquier rincón de Europa, cualquier fórmula de vinificación.
En todo caso, lo que seguramente más llame la atención de este peculiar espacio es la atmósfera que han sabido crear, con una decoración entre retro y doméstica y una iluminación tirando a íntima. Es decir, lo más parecido al salón de casa y, en particular, al de las casas que dominan el barrio: hogares de artistas y actores, profesionales de clase media-alta.
Fun Fun no es un lugar turístico pero sí con acento extranjero. Su parroquia es, por lo general, vecinos de gustos bien trabajados, madrileños recién llegados a la capital y con hambre de nuevos descubrimientos, y europeos de solera, largo tiempo afincados en una ciudad que han hecho completamente suya.
En esencia, la propuesta es más que una enoteca. Es un pequeño refugio donde dejarse llevar por una manera distinta de entender el vino, de mirar más allá del color y el aroma de la copa. Solo hace falta tener suerte y, ese día, encontrar sitio.
Fun Fun
Calle de Don Pedro, 20
Metros más cercanos: La Latina / Puerta de Toledo / Ópera
https://funfunmadrid.com